Con motivo de la celebración del Día del Historiador y del Patrimonio Histórico (17 y 19 de agosto), invitamos al Doctor en Historia de la Facultad de Ciencias y Letras de Assis – UNESP y Miembro del proyecto Memoria Ferroviaria, Lucas Mariani Corrêa para informarnos sobre el área de trabajo del historiador y su actuación sobre el patrimonio histórico.
Primero, sobre la actuación del historiador y su contribución al patrimonio histórico, Lucas afirma que:
“Entender el patrimonio es complejo y plural. En este sentido, los historiadores contribuyen a la investigación que permite comprender el pasado en el que se inserta un determinado Patrimonio. Además de comprender la historia / pasado en sí, al dedicarse a la investigación y problematización, los historiadores también son capaces de identificar el valor social, cultural y también de memoria de los espacios y bienes”.
Por eso agrega que “Al problematizar el pasado, el historiador se dedica al entendimiento político económico, social y cultural. Así, creo que los historiadores tienen el rol de contribuir a la comprensión de la valoración e importancia de un patrimonio, independientemente de las cuestiones e importancia material / constructiva, pudiendo identificar espacios posibles, que quizás no fueron tomados en cuenta”.
En cuanto a la contribución de los historiadores a las prácticas a favor de la preservación del patrimonio cultural en Brasil, Lucas dice que esto estaría más presente en la parte educativa, “dentro del universo de la Educación, es posible producir material didáctico y guiones para clases, videos, exposiciones y debates, además de proponer actividades educativas prácticas, con niños y adultos, ya que además de la investigación, contamos con prácticas pedagógicas”.
Finalmente, cuando se le pregunta sobre los retos a los que se enfrenta o afrontará la profesión en relación con la investigación sobre el patrimonio ferroviario, dice que:
“Los mayores desafíos en relación con los ferrocarriles se concentran en gran parte en el acceso a la fuente primaria, es decir, los documentos de las empresas, el gobierno, o incluso la documentación personal de las personas que trabajaron en los ferrocarriles, como la correspondencia. Esta dificultad se produce porque, en el caso de Brasil, hubo un período en el que buena parte de las empresas ferroviarias era de capital extranjero. Así, gran parte de la documentación producida estaba destinada a las oficinas de origen de la capital, mayoritariamente Francia e Inglaterra. Como consecuencia, existe una masa documental de empresas ferroviarias brasileñas en estos países. Esto se convierte en un factor limitante, ya que dificulta la búsqueda y el acceso al investigador nacional”.
Además, “algunas empresas pasaron por juicios de liquidación y terminaron extinguidas o en quiebra, y gran parte de la documentación existente terminó perdiéndose por descuido. Finalmente, todavía existe un desprecio por el patrimonio documental en el país. Esto literalmente da como resultado la descomposición de una gran parte de las fuentes. Desafortunadamente, estas limitaciones terminan obstaculizando una comprensión más amplia de la historia de las empresas y los ferrocarriles en Brasil”.
Entrevistado: Lucas Mariani Correa
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