Al visitar un museo. Los pequeños paneles informativos le dicen varios nombres e hitos importantes, pero al final de su visita, no puede recordar una sola información. Estás paseando por un centro histórico y un edificio en particular te llama la atención. Te acercas, solo para descubrir que no puedes entrar al edificio y afuera no hay información al respecto.
Fuiste a visitar a un amigo en otra ciudad, él te lleva a ver una actuación en el centro cultural. Es un edificio muy diferente y antiguo, deseas saber más, pero tu amigo solo sabe que había una antigua fábrica. Buscas una señal o cualquier material en el lugar que habla más sobre él, pero sin éxito. Incluso preguntan a los empleados, pero no saben cómo informarle mucho más que a su amigo.
Si alguna situación similar es familiar para el lector, lo que sucedió fue la ausencia o ineficiencia de la interpretación patrimonial en estos lugares. La interpretación del patrimonio es el acto de comunicar información, emociones y sensaciones relacionadas con el patrimonio visitado. Esta comunicación se lleva a cabo a través de diferentes formas de expresión, que pueden ser textuales, visuales, musicales y corporales. La interpretación del patrimonio es presentar al público los medios por los cuales puede comprender y contextualizar el patrimonio dentro de su historia, cultura y medio ambiente.
Para que la comprensión y la contextualización sean posibles, cada proyecto de interpretación del patrimonio debe tener un objetivo. El objetivo es el mensaje, o mensajes, que desea transmitir al público a través de la equidad. Teniendo en cuenta lo que fue y ahora es lo bueno, dónde se encuentra, cuál es su contexto histórico, quién es el público que lo usó y quién lo usará ahora son algunas preguntas que ayudan a reflexionar sobre las diferentes reflexiones que permite este patrimonio, y cómo pasarlos a los usuarios de este espacio. Es en el establecimiento de objetivos y en la encuesta y planificación de los medios interpretativos apropiados, que la interpretación difiere de la simple difusión de información.
En cuanto al patrimonio industrial, esta tipología evoca y permite reflexiones importantes para la humanidad. Piense en el trabajo, cómo se hizo, quiénes eran los trabajadores y cómo vivían los trabajadores, cómo operaban las corporaciones y quién los administraba, cuál era la influencia de las corporaciones en un vecindario, una ciudad, un país. Estas cuestiones, relevantes para todos los trabajadores, pueden abordarse a través de bienes industriales. Cuando está dotado de un objetivo, articulado y presentado de una manera interesante y apropiada, la información sobre una fábrica, una maquinaria, un modo de producción, instiga reflexiones con significados más personales al público, ayudándoles a contextualizar y cuidar lo que ver.
Ahora piense en otro escenario. Visitas un antiguo complejo industrial y tu guía dirige al grupo directamente al edificio principal. En este edificio restaurado, las habitaciones están todas señalizadas, los recursos de información son interesantes y la guía dirige al grupo de una manera didáctica y divertida. Al final de la visita, motivado por todo lo que vio, mientras cruzaba el patio, le preguntó al guía sobre los otros edificios en el complejo. A diferencia del edificio principal, no se restauran, ni siquiera están intactos. La guía explica en términos generales cuáles eran estas estructuras y sus funcionalidades, pero refuerza que aún no se han restaurado, por lo que no se incluyen en el recorrido. Finaliza el recorrido sabiendo todo lo que necesita saber sobre la estructura y el funcionamiento del edificio principal, pero no puede decir con certeza cómo funcionó el complejo en su conjunto.
En esta situación, no se ha tenido en cuenta la característica de adecuación que conlleva la interpretación de la equidad. Seguridad garantizada, las estructuras en ruinas también pueden interpretarse, permitiendo incluso reflexiones que los bienes saludables no permiten. La interpretación de las ruinas como un ejercicio de reflexión sobre el paso del tiempo, la reminiscencia y la longevidad, incluso sobre la preservación del patrimonio en sí, ya se lleva a cabo a través de los restos de la antigüedad. Los principios y medios de interpretación utilizados en estos casos pueden adaptarse a las ruinas contemporáneas. Con respecto al patrimonio industrial, es importante incluir tanto los bienes que son saludables como los que no están en la interpretación del sitio, ya que permite comprender las dimensiones del sistema de producción y trabajo que existían allí.
De esta forma, la interpretación del patrimonio, cuando se realiza de manera planificada y creativa, permite explorar el patrimonio en toda su variedad de tipos, formas y condiciones. El ejercicio de interpretar el patrimonio representa una oportunidad para la reflexión, tanto para los planificadores como para el público, que puede contemplar conceptos e ideas preexistentes sobre el patrimonio desde una nueva perspectiva.
Victoria de Azevedo Braga Tatini
Referencia
TATINI, Victoria de Azevedo Braga. Patrimonio Industrial: Interpretación y posibilidades. Projecto Memória Ferroviária, 2020. Disponible en https://memoriaferroviaria.rosana.unesp.br/?p=3471&lang=es
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